martes, 14 de octubre de 2014

"DECLARACIÓN PATÉTICA"











Estoy sola y te nombro.

Mis  voces  se derrumban

por  desgaste de sílabas

en un pliego cercano

renacentista en fusas

donde a veces me evito.




No te vivo  distante.

¿Para qué  el eufemismo?

No hay combate capaz

de lograr el triunfo

con visibles mayúsculas

que me ofrece tu  acceso.




No se como decirte

que este impulso poético

- grítalo como quieras -

sin pretensión reglada

rubrica mis deseos

de recordarte siempre.





No quiero preguntarme

sobre el viento que llega

si su sabor a triste

es que no te retornas

esta noche de celos,

de extrañeza sensible.




Frecuento la lumbrera

donde hay un drama trágico:

tu rostro consagrado

en el  cristal que aguarda

pues no amanece dentro.




Tan lejos y tan nunca.

Y tan tal vez mañana

abrazando diptongos.

Mordiéndome los labios

rielará tu hierba

descendida en el lecho

en el cual yazgo amante.







Te  amo  sí.

Una confirmación

del color que dudabas.

Una musculatura

toda tracción en fuste.

Ahora hay unos brazos

sabedores de tiempo.




Te amo , es mi deber

después de molestarte

con estos sinvivires.

Solo espero que vuelvas

para poder creérmelo

y ser toda saliva.




No sabes que navego

sofocando gaviotas

en mis lindes oscuros.

Las sábanas inquietas

no concilian el sueño

por exceso de  acoso.




Desde que tu te has ido

Ya no espero estaciones.

¿Qué me importa la lluvia

o las flores cambiantes,

si ya no tengo tiempos?

Te has comido mis horas.




Este ser vertebrado

no sabía de amores

ni del riesgo de olerte.

Y ahora padeciendo

de ruptura lingüística

me muero por usarte

atormentada en piel.



Vuelve para mis hambres,

para mis ojos,

para mis manos,

para mi boca,

Vuelve porque me sufre

el espacio de cuerpo

la embocadura misma ,

que solo abrigas tú.


(c) Carmen Castejón Cabeceira

No hay comentarios:

Publicar un comentario